lunes, 30 de septiembre de 2013

Retazo: "Sigo el rastro de la muerte"

(Incluído en Sombras y honor (La espada de la serpiente), cap. 25)

Sigo el rastro de la muerte,
en una tierra negra carente de vida.
Sigo el rastro de la sombra,
en un lugar donde el sol jamás alcanza.
Sigo las huellas que aprendí a leer
y que sostienen la vida que quiero vivir.
Sigo mi instinto sin razón alguna
mientras juro que te encontraré.

Sigo adelante porque, sin motivos,
crees en mí más que nadie.
Continúo sin descanso tras de tus pasos
porque el corazón me grita que me necesitas.
Pongo mi vida en juego al seguirte
porque se que tú darías la tuya a ciegas,
porque no necesito promesas para creerte,
porque tú me has devuelto una esperanza perdida,
porque me has dado una razón para continuar,
porque ahora tengo un lugar en el mundo.

Los árboles me gritan tu nombre al pasar
y el cansancio se esfuma ante mi decisión,
la tristeza se esfuma al recordar tu rostro
y tu sonrisa sincera.
Y sé que, aunque no pueda verte,
tu alma vela por la mía sin descanso.
Cada paso me aleja de todo aquello que conozco
pero me acerca más a lo que quiero,
a saber por qué vivir y por qué luchar.
¿De que sirve respirar si no es para dar un paso más?

Sigo buscándote a pesar del miedo que me invade,
de lo que dejo atrás y de lo que me espera,
del temor por perderte
y de haber creído en algo que no es más que humo,
escapándose entre mis dedos.
Pero es más fuerte que yo
el impulso de seguir hacia delante
sin mirar hacia atrás.
¿De qué sirve temer si no es para vencer al propio miedo?

Sigo tu rastro y lo seguiré hasta el final,
sea cual sea éste,
pues si te encuentro significará que eres mi destino
y, si muero, significará que aún no es el momento.
Yo moriré porque confío en que tú me des vida.
Tú morirás porque confías en que yo te salve.
Yo moriré sabiendo que tú me darás vida.
Muere tranquilo, pues yo te salvaré.
Empeño mi vida en ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario