La primera portada

Pues aquí está. Por fin. Espero que os guste. Yo estoy orgulloso, primero, porque demuestra mi mejora en el manejo del Photoshop; y, después, obviamente, porque es la portada de mi primera novela, y eso es mucho decir. ¿Qué os parece?

La torii o puerta sagrada que aparece da acceso al santuario de Itsukushima, un santuario único construido en una isla y cuya puerta sagrada está, como podéis ver, en el mar. Fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996 y es de una belleza extraordinaria.

El kanji (más comúnmente conocidos como "letras chinas") sugiere el concepto de "mei-yo", una de las virtudes que todo samurái debía poseer: honor.

Ambas cosas son elementos importantes de la novela.

Muchas gracias por sus consejos y siempre pacientes y valiosas ayudas a Laura Avilés.

Pronto daré más noticias.

Agradecimientos

Ante la inminente publicación de mi primera novela (¡qué nervioso estoy!) hoy he decidido cerrar el tema de los agradecimientos. ¡Vaya responsabilidad! Cuando los empecé a escribir me volvía loco pensando en toda la gente que hay a mi alrededor para no dejarme a nadie. Más tarde asumí que eso era imposible.

Yo soy Umli, aunque no os lo creáis

Hace no muchas semanas aparecía en los agradecimientos de la cuarta y útlima novela de la saga de Tramórea de Javier Negrete (bajo mi nik en su foro, del que era moderador). ¿Sabéis la ilusión que me hizo? Tengo casi toda su bibliografía, he ido numerosas veces a la Feria del Libro de Madrid a que me firmara sus ejemplares y, sobre todo, me encantan sus novelas y relatos (las cuales y los cuales recomiendo encarecidamente). El año que viene iré a que me firme el ejemplar de El Corazón de Tramórea y seré yo quien le agradezca la deferencia que ha tenido hacia mí.

Cuando yo me puse delante del ordenador para teclear los agradecimientos, pensé que no me podía olvidar de nadie. Obviamente no soy un autor ni con la categoría ni la carrera ni la calidad de Javier Negrete, pero seguro que a mi gente le hará ilusión verse ahí. No sé cuántos borradores había hecho hasta esta noche. Muchos. Hoy asumí que eso es imposible.

He querido nombrar a las personas que directamente han influido sobre la novela, las que realmente han hecho posible que este gran viaje llegara a buen puerto. Me hubiese encantado nombrar a todo el mundo a quien quiero pero eso significarían muchas páginas, líneas y letras más que seguro que, al potencial lector, no le interesan lo más mínimo. He nombrado a muchos y otros tantos se han quedado en el anonimato. Espero que no se me enfaden. Sigo y seguiré escribiendo. Espero que sus nombres aparezcan más adelante. Seguro.

Eso sí, un pequeño consejo desde mi experiencia. Escribir una novela lleva su tiempo, y más si tienes otras ocupaciones. Y más si lo haces por amor al arte. Si de verdad quieres cumplir bien en los agradecimientos, vete anotando a aquellas personas que sean importantes mientras escribes. Guarda esa hoja en un sitio seguro para que luego puedas sorprender a esas personas y no olvidarte de ninguna. Yo he cometido ese error y he hecho los agradecimientos al final de la segunda corrección de la novela. Creo que no me he olvidado de nadie, pero la memoria puede fallar.

Así pues, los agradecimientos están hechos. Mañana espero conseguir el ISBN y el fin de semana finiquitaré la portada que, por supuesto, adelantaré por aquí.

Ya queda menos para cumplir un sueño.

Un nuevo camino

Leer y escribir. La mayoría lo entenderían como lo básico que se aprende en la escuela, junto con sumar, restar, multiplicar y dividir. Pero leer y escribir es mucho más.

Leer es pensar por uno mismo. Leer es poder vivir historias maravillosas. Leer es encontrar por medio de otros las palabras exactas y las explicaciones oportunas a todas aquellas cosas a las que no somos capaces ni de poner palabras ni de dar explicaciones. Leyendo sufres, leyendo amas, leyendo disfrutas, leyendo comprendes, leyendo creces. Leyendo descubres mundos nuevos, culturas diferentes, puntos de vista distintos, opiniones discrepantes, sentimientos impensables, pensamientos divergentes, gente extraordinaria, acciones atroces, sucesos inexplicables, fantasías increíbles, historias apasionantes, palabras tiernas, romances tortuosos y un millón de cosas más.

¿Qué otra cosa es escribir sino querer dar a los demás todo aquello que leer te ha facilitado?

Mis recuerdos, desde pequeño, han sido siempre con un libro en la mano. Y, con el tiempo, empecé a escribir, más como una vía de escape, de descarga y desahogo que otra cosa. Pero me he dado cuenta de que puede que otras personas quieran leer lo que yo escribo, que puedo llegar a ser tomado en cuenta por los demás o que otras personas quieran acompañarme en los viajes que hago mientras tecleo en mi ordenador o escribo en mi cuaderno. Sueño con llegar algún día a vivir de esto, de contar historias y de que otras personas viajen conmigo. Por el momento, abro este blog por si alguien quiere subirse al barco. Hay espacio de sobra.

Sed tod@s bienvenid@s.