Leer y escribir. La mayoría lo entenderían como lo básico que se aprende en la escuela, junto con sumar, restar, multiplicar y dividir. Pero leer y escribir es mucho más.
Leer es pensar por uno mismo. Leer es poder vivir historias maravillosas. Leer es encontrar por medio de otros las palabras exactas y las explicaciones oportunas a todas aquellas cosas a las que no somos capaces ni de poner palabras ni de dar explicaciones. Leyendo sufres, leyendo amas, leyendo disfrutas, leyendo comprendes, leyendo creces. Leyendo descubres mundos nuevos, culturas diferentes, puntos de vista distintos, opiniones discrepantes, sentimientos impensables, pensamientos divergentes, gente extraordinaria, acciones atroces, sucesos inexplicables, fantasías increíbles, historias apasionantes, palabras tiernas, romances tortuosos y un millón de cosas más.
¿Qué otra cosa es escribir sino querer dar a los demás todo aquello que leer te ha facilitado?
Mis recuerdos, desde pequeño, han sido siempre con un libro en la mano. Y, con el tiempo, empecé a escribir, más como una vía de escape, de descarga y desahogo que otra cosa. Pero me he dado cuenta de que puede que otras personas quieran leer lo que yo escribo, que puedo llegar a ser tomado en cuenta por los demás o que otras personas quieran acompañarme en los viajes que hago mientras tecleo en mi ordenador o escribo en mi cuaderno. Sueño con llegar algún día a vivir de esto, de contar historias y de que otras personas viajen conmigo. Por el momento, abro este blog por si alguien quiere subirse al barco. Hay espacio de sobra.
Sed tod@s bienvenid@s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario